1 kg. de tomates maduros
1 trozo de pan del día anterior
1 diente de ajo
1 buen chorreón de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de vinagre de vino
1 poco de agua, como medio vaso.
Sal
Preparación
En el momento que decidimos que vamos a hacer el salmorejo, lavamos los tomates, los cortamos en trozos y los ponemos en el vaso de la batidora. Echamos el diente de ajo bien picado y el trozo de pan.
Encima ponemos, sin pasarnos y en este orden, el agua, la sal, el aceite, y el vinagre.
Lo tapamos con papel film y dejamos reposar en la nevera.
Cuando estemos terminando de hacer el resto de la comida, lo sacamos y lo trituramos bien.
Lo probamos y, si es necesario, lo rectificamos de sal, vinagre o aceite. Lo servimos, o lo volvemos a guardar en la nevera hasta su consumo.
Presentación
Lo presentamos en un bol con un trozo de huevo duro y otro de jamón de Trevélez encima. Le podemos añadir unas hebras de cebollino o unas hojas de menta, incluso las dos hierbas.
Propiedades del salmorejo
1. Antioxidantes que aportan los tomates y el aceite de oliva virgen extra.
2. Efecto vasodilatador que confiere el ajo.
3. Cardioprotector natural debido al aceite de oliva virgen extra.
4. Receta baja en calorías.
5. Mantiene las propiedades nutritivas intactas (vitaminas y minerales).
6. Plato muy refrescante. Reponer líquidos e iones como el sodio o el potasio.
7. Fuente de proteínas de alta calidad y vitaminas.
8. Aporte de hierro, proteínas y vitamina B12 al incorporar el jamón serrano.
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