En el prólogo de “Rebelión en la granja”, George Orwell escribía una frase digna de ser cincelada en el mármol: “si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír”.

Cuando la leí por primera vez, pensé que tal frase podría ser un magnífico lema vital; y, siempre consideré siguiendo a Orwell que la misión de todo el que escribe no es halagar a nadie, sino desnudarse y más bien aguijonear al lector, incomodarlo, llegando incluso a molestar por escribir sobre cuestiones espinosas o sobre asuntos controvertidos. Hoy ya sé que esto es una empresa inútil y quimérica; y que, como todas las empresas inútiles y quiméricas, solo engendra a la postre melancolía. Esta melancolía se eleva exponencialmente cuando esa libertad, es manifestada en la redes sociales, pues al descubrir las ideas uno se convierte en blanco de los demás.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Bacalao con mango y gulas


En plato único: con triángulo de ensaladilla y berengenas



Ingredientes  para 4 comensales
 4 lomos de bacalao desalao, 1 mango, 1 paquete de gulas, 3 dientes de ajo, 1 guindilla, pimienta negra, sal, dos nueces en trozos pequeños y AOVE.

Elaboración
El mango se pela y corta en láminas finas (para cortarlo bien debe estar maduro pero firme). En una sartén con un poco de aceite lo doramos ligeramente, sólo que tome un poco de color. 

En otra sartén amplia con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, freímos los lomos de bacalao a fuego fuerte, con la piel hacia abajo. Cuando la piel esté crujiente le damos la vuelta y bajamos el fuego a la mitad de potencia  hasta que veamos que está bien hecho y ligeramente dorado. Salpimentamos. 

Pelamos y laminamos los ajos y los doramos en otra sartén con la guindilla picada  y las nueces troceadas en un poco de aceite de oliva. Cuando empiecen a tomar color agregamos las gulas. Rehogamos un par de minutos y las retiramos.

Presentación
Se presenta con el mango encima de los lomos de bacalao y esparciendo las gulas con los ajos y los frutos secos por encima del mango.

1 comentario:

  1. ...cielo santo, amigo Pepe, ¡qué página leo justo antes de sentarme en la silla de tortura del dentista!
    Tal vez un día me pongo al frente del fogón y lo intente...

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