En el prólogo de “Rebelión en la granja”, George Orwell escribía una frase digna de ser cincelada en el mármol: “si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír”.

Cuando la leí por primera vez, pensé que tal frase podría ser un magnífico lema vital; y, siempre consideré siguiendo a Orwell que la misión de todo el que escribe no es halagar a nadie, sino desnudarse y más bien aguijonear al lector, incomodarlo, llegando incluso a molestar por escribir sobre cuestiones espinosas o sobre asuntos controvertidos. Hoy ya sé que esto es una empresa inútil y quimérica; y que, como todas las empresas inútiles y quiméricas, solo engendra a la postre melancolía. Esta melancolía se eleva exponencialmente cuando esa libertad, es manifestada en la redes sociales, pues al descubrir las ideas uno se convierte en blanco de los demás.

viernes, 3 de abril de 2020

El futuro de la Universidad


Es evidente que la enseñanza universitaria teórica puede impartirse, incluso con más calidad a través de internet. Sobre esta experiencia que se inició ya hace tiempo en los Estados Unidos ya es posible hacer algunas interpretaciones: pretende una renovación de la enseñanza universitaria, y parece ser que que no están respondiendo a lo esperado, ya que al profesorado no parece agradar que le graben sus clases, quizás temiendo que sus palabras se puedan malinterpretar o utilizar en contra de ellos, por lo que prefieren dar las clases encima de la tarima y a pecho cubierto. Pero esto no debería ser un obstáculo en la enseñanza universitaria pública española (hoy un tanto endogámica y “demasiado” politizada).

Actualmente en China, debido al coronavirus, se ha obligado a que la docencia se imparta a través de la red. Son ya 180 millones de alumnos que reciben las clases por internet y 600 mil profesores que las imparten. ¿Una vez que se resuelva el problema del virus van a volver las clases a la forma tradicional? Cabe dudarlo si ya funcionan en internet, para qué tantas universidades, para qué tantos profesores, si en la cuestión teórica, con una universidad bien organizada puede ser suficiente.
Los MOOC, como hemos dicho, han fracasado por su escaso contenido en Estados Unidos. En España que están poco desarrollados, son pocas las universidades que los ofrecen y de una manera poco atrevida, pero, aparte de su calidad actual, su atractivo o su interés, creo que podrían triunfar. Yo acabo de terminar uno con la uvigo, desde mi casa de un pueblo de Granada con un resultado muy satisfactorio.
Es más yo creo que en España estamos obligados a subirnos a este tren, de los cursos gratuitos universales, y a la enseñanza universitaria regulada. Así desde cualquier lugar, como ha sido mi caso, se tendría acceso a lo que desde España se enseña de su ciencia, siendo los españoles los que “acotemos” lo que internacionalmente se pueda decir sobre nuestra ciencia, nuestra literatura o cualquier otro arte, para que no pase como con nuestra historia que la han escrito principalmente nuestros enemigos (hoy día, con la posmodernidad, está en auge todo los argumento negro legendario). En cuanto a las cuestiones prácticas de la enseñanza también se verían mejoradas por disponibilidad de espacios en la universidades, y por acuerdos con empresas y organismos estatales.

Aparte de la calidad de los contenidos, el número de universidades y el de profesores, otra cuestión se me ocurre a favor de este drástico cambio: la unidad de criterios generales. La Universidad, que podría ser una, acotaría los criterios normativos que se han de hacer desde el Estado y con una idea de estado, sin disolver el concepto de las distintas artes, historia, geografía, literatura, etc, en el concepto de cultura de los distintos pueblos, como está ocurriendo ahora.

¡Madre mía, qué revolución! O que locura la mía, pero es que yo he estado hace poco en las aulas de la universidad, y más reciente aún he hecho tres cursos monográficos de la enseñanza universitaria "on line" en español; ahora estoy de lleno en el cuarto a través de la uvigo (un curso muy interesante sobre crítica literaria, basada en el materialismo filosófico, del que -no se extrañen mis seguidores-, el curso se ha podido hacer también de forma presencial, pero solo en gallego y en inglés. Esta es la viña del señor. De este, que por la red ha sido en español, como el que recibí sobre Cervantes a través de la Complutense, estoy muy satisfecho; pero todo es mejorable, sobretodo dos que hice recientemente en la ugr, uno sobre Lorca y otro sobre La Alhambra. Y es que la pandemia da para mucho.

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