Seminario, año 1965.
Cuanto más religión estudio
más me lío. Lo peor es que no podía hablar con nadie de esto,
porque los curas se enfadaban y me castigaban de rodillas delante de
la Inmaculada. Un día en historia sagrada leo que Josué detuvo la
marcha del sol para poder terminar de día la batalla; yo le pregunté
al padre Ricardo cómo podría ser aquello. Según el de geografía,
el sol está quieto y la tierra anda, y por tanto no se podía parar
el sol. El cura me contestó de mal humor:
-No debes hacer preguntas
indiscretas. Esto está en los libros santos y debe bastarte. La fe
mueve montañas y detiene el sol. Si tuvieras fe comprenderías
estas cosas que son claras como la luz del día.
Después le pregunté a don
Germán que era con el único que me entendía. Me puso la mano en la
cabeza y me dijo con calma.
-¿Qué quieres que yo te
diga? En los tiempos de antes pasaban unas cosas muy raras. Hablaban
los animales y la gente les entendía. Seguramente en esa época de
Josué el sol andaba.
Como no me quedé conforme se
lo pregunté a don José, que fue más claro.
-Mira –me dijo-, no se paró
el Sol, se paró la Tierra, pero parecía que se había parado el
Sol, igual que cuando vas en el tren y parece que andan y se paran
los postes del telégrafo.
-Pero la Tierra, según la
física, no puede pararse, porque todos saldríamos disparados.
Se me quedó mirando muy serio
y me dijo:
-¡Hombre! ¿Tú crees que se
paró de golpe?, Se paró poco a poco, como se para el tranvía.
Anda, déjame que tengo mucho trabajo.
Científicos revelan la fecha
en que "el sol se detuvo" por orden de Josué
Revista "Acontecer Cristiano", publicación 10 de diciembre de 1984:
"Científicos
israelíes han comprobado que la historia en que Josué mandó que
el sol se detuviera, fue un hecho que realmente sucedió, y han
descubierto la fecha exacta de este acontecimiento.
El relato bíblico descrito en
Josué 10: 12-14, dice que el movimiento de la Tierra se
detuvo casi un día entero y tardó hasta la puesta del sol,
garantizando una victoria épica a Israel.
Tres investigadores de la
Universidad Ben-Gurion del Negev en Beer Sheva, Israel, con el
apoyo de datos de la NASA, publicaron un artículo,
donde afirman que en ese momento se produjo un eclipse solar.
Ellos todavía lograron encontrar la fecha en que la batalla ocurrió:
30 de octubre de 1207 a.C.
Los investigadores observaron
que otras historias antiguas relatan la paralización del Sol,
pero sólo el relato bíblico menciona sobre la Luna. Esto los
llevó a la conclusión de que el acontecimiento se refiere a un
eclipse, en el que la Luna pasa entre el Sol y la Tierra,
bloqueando la luz del sol.
El equipo dirigido por el Dr.
Hezi Yitzhak descubrió que sólo hubo un eclipse solar en la
región, que ocurrió entre los años 1.500 y 1.000 a.C., cuando
los israelitas entraron en la tierra. El eclipse fue fechado
precisamente a las 16:28 del día 30 de octubre de 1.207 a.C.
Los estudiosos también
describieron el lugar exacto de la batalla, trazando la misma ruta
de 30 kilómetros que Josué y sus hombres hicieron para llegar a
Gabaón, al norte de Jerusalén.
El estudio no pudo comprobar
el origen de la lluvia de granizo, descrita en Josué 10:11.
Si el sol se detuvo, ¿no
debería haber luz? Los científicos aseguran que en el eclipse,
la luna bloquea la luz del sol, se trata del término "el
sol se paró", o "se detuvo" (dependiendo de la
traducción). Según los científicos, en el texto original la
palabra equivalente sería "dom", cuyo sentido correcto es
"oscurecerse".
Es decir, según los
estudiosos, el relato bíblico no se refiere a un día más
iluminado, sino oscuro. Si esa comprensión es la correcta,
significa entonces que los israelitas vencieron la batalla
favorecidos por la oscuridad y no por la claridad del sol."
Del cinamomo al laurel, 33
¿Quién prevalece sobre quién? ¿La Fe o la Razón? En Teología se acude siempre al recurso de la fe cuando no se puede explicar algo que resulta obvio como el tema que se trata aquí. Físicamente no se puede parar el sol en su viaje con la Vía Láctea a la que pertenece el Sol y la Tierra pero tampoco se puede parar la Tierra con respecto al Sol ni en su viaje de traslación ni en el de rotación sobre sí misma que sería el caso que se menciona en Josué. Eso es indiscutible.
ResponderEliminarSin entrar en detalles de cuándo sucede este pasaje, que dicho sea de paso, unos afirman que ocurre por el 1.500 a.C después de la salida de Egipto de los israelitas y después de vagar 40 años por el desierto del Sinaí, otros, con mucho más fundamento histórico, apuntan este hecho hacia el siglo 1.200 a.C como posible salida de los israelitas de Egipto.
Dejando aparte la fecha de este acontecimiento, tenemos ante nosotros un hecho simbólico de pararse el día... parece que se para el día y da tiempo a muchas cosas, claro, pero ni el sol ni la tierra se han parado físicamente. Si todo lo que se dice en la Biblia nos lo tomásemos al pie de la letra, parecería una locura.
Nadie puede "certificar" quién escribió el libro de Josué... lo escribiese el mismo Josué por aquella época o se escribiese, como otros aseguran, por el año 500 a.C como algunos opinan, en aquellos momentos nadie sabía quién se movía, si el sol o la tierra. Por Grecia ya apuntaba Tales de Mileto y otros Sabios (Aristarco de Samos por el 300 a.C) a que el sol era el centro del universo aunque con ideas muy vagas. Tuvo que llegar Copérnico por el 1500 d.C para certificar de manera irrefutable que era la Tierra la que giraba y no el sol.
Por tanto, quien escribiese ese pasaje bíblico, no sabía aún que el sol no era el que se movía y por eso escribió eso de que "Josué mandó parar el Sol"... aquí, quien aplique la Fe, que ciertamente puede mover montañas pero no parar el sol, tendrá que despertar y hacer uso de la Razón.
Yo tuve también mi discusión con Don Ramón y con Don Santiago. Nos habían dado una clase sobre el descubrimiento del fuego por los homos primitivos de las cavernas y yo les aseveré que si Dios había creado a Adán y Eva como seres perfectos y vivieron por 900 años como dice el Génesis, entonces sabían hacer fuego y lo inventarían ellos mismos y no los hombres de las cavernas... Don Santiago me miró, y muy sonriente, se encogió de hombros. Me dejó ensimismado conmigo mismo y sin respuesta...
La explicación que da la revista "Acontecer cristiano" es bastante plausible y sitúa este acontecimiento de principios del 1200, época más probable de la conquista de Jericó (como anécdota: Jericó y sus murallas existían ya por el siglo VIII a.C según dataciones arqueológicas recientes).
ResponderEliminarNos imaginamos a los israelitas bajo el mando de Josué rodeando la ciudad y están tan entusiasmados y convencidos de que su Dios les va a dar la victoria, que se les comienza a hacer de noche… Josué le ruega a su Dios que pare al sol porque las murallas están al caer y mira, el sol comienza a lucir de nuevo… y las murallas caen. Su Dios les ha escuchado.
Todos los fenómenos meteorológicos y portentos de la Naturaleza eran visto an la antigüedad como señales de los dioses. Hoy ya sabemos que esas manifestaciones de la Naturaleza no son "milagros" pero en aquello tiempos, sí los entendían como tales. La explicación del eclipse es por tanto bastante plausible. Aquí prima la Razón sobre la Fe.
Mariano, el racionalismo de Spinoza viene a decir respecto a esto que todos los hechos relatados en la Biblia, pueden ser hechos naturales entendido por las personas que los vivieron como milagrosos. A mi me parece un punto de vista impecable y que concilia fe y razón. Las cosas de Dios son naturales, somo los hombres las que los que, en nuestra fantasía, las vemos más o menos luminosas.
ResponderEliminarEstá confirmado, o prácticamente, que Tales de Mileto fue el primero en predecir un eclipse. Esta predicción exige de los conocimientos de matemáticas y geofísicos suficientes. Lo que quiere decir que en el 585 AC ya había un conocimiento no mágico del universo, aunque me imagino que sería muy rudimentario.
ResponderEliminarYo lo que veo en el relato de Josué no es más que la coincidencia de un eclipse de sol y que, aunque refiere que duró el tiempo suficiente para conseguir la victoria, duraría el tiempo que suele durar un eclipse total (interposición completa de la luna entre la tierra y el sol). Por mucho que se empeñe la teología en conciliarse con la fe, creo que no lo conseguirá. La fe es estática en cuanto que es dogmática, la razón es dinámica porque siempre estará sujeta al avance del conocimiento científico.
Estoy con Mariano: la fe siempre será irracional e irreconciliable con la razón, en un momento o en otro.
Y, por cierto, D. Ricardo no tenía razón el sol, también se mueve.
... Creo ...
Por supuesto, supongo que eres Joaquín, cuando, apoyado en Spinoza y los hechos siempre naturales, he hablado de conciliar fe y razón, pensando en esas personas o grupos que, por su formación, siempre pondrán luminosidad y fantasía a las cosas que perciben, como es este caso concreto que tú tan bien explicas del eclipse.
ResponderEliminarSí. Soy Joaquín. Me sale por defecto esta cuenta de Google y no soy capaz de modificarla. Por cierto, aquí tienes a un nuevo seguidor de tus interesantes entradas en este blog. Gracias por tus reflexiones y recensiones, ya que me das, gratuita y con muy buena pedagogía, algo de lo que carezco.
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