DÍA 30 JUNIO. DESPUES DE DESAYUNAR Y METER LAS MALETAS EN EL AUTOBUS, SOLO SE SUBEN A EL, LOS QUE VAN A HACER LA RUTA PEQUEÑA, SIEMPRE QUE LO HAGAN DESDE OPORTO.
COMEMOS EN EL HOTEL DE VERMAR, HOTEL AXIS VERMAR.
CUANDO TERMINEMOS, SUBIR AL AUTOBÚS PARA IR AL HOTEL, DONDE COMEMOS BUFETT (AGUA Y VINO) Y DONDE DORMIMOS. EL AUTOBUS NOS MANDARÁ SU UBICACIÓN.
Tramo: Estación de San Bento a Foz do Douro. 6,5 km; 90 minutos
Comenzamos nuestra primera etapa del Camino Portugués por la Costa, saliendo de la Catedral de OPORTO. El recorrido es sencillo e intuitivo, no presenta desniveles y es muy cómodo por transitar íntegramente por asfalto y pasarelas de madera. De todas maneras se puede dividir la etapa en dos jornadas, terminando la primera en la PLAYA DE MOTOSINHOS, que hay chiringuitos, hacia un poco más de la mitad del recorrido. Como el inicio oficial del Camino Portugués de la Costa comienza en Oporto, nos vamos hacia allí, para ello, seguimos la Rua do Barão de Forrester que luego se convierte el la Rua de Cedofeita hasta la Praça de Carlos Alberto. Si ya se conoce Oporto, el recorrido hasta la Sé no presenta posibilidad de pérdida, sino, es muy fácil continuar en dirección a la visible Torre dos Clérigos y luego bajar hasta la céntrica Estación de Sao Bento, desde donde ya vemos la Sé, punto de partida oficial del recorrido. Atención, porque el recorrido que vamos a seguir, en realidad, no es el oficial del camino conocido como "trazado histórico", que es el señalizado con las flechas amarillas y que no pasa por la costa, que es un sinfín de urbanizaciones sin interés, anodino y que discurre a tocar del aeropuerto de la ciudad. En Vila do Conde, como explicaremos más adelante, confluyen los dos Caminos, el oficial de la costa, y el que nosotros seguiremos. Hasta Matosinhos no vamos a encontrar flechas, pero no son necesarias, porque el camino es intuitivo y es imposible perderse. Desde la Sé o catedral, bajaremos al famoso Cais da Ribeira y desde allí seguiremos el frente marítimo, primero hasta la Foz do Douro, la desembocadura.
Tramo de Foz do Douro a Matosinhos
Y ya en dirección a Matosinhos, siempre siguiendo el paseo marítimo.
Pasaremos bajo el Ponte da Arrábida, más adelante por la evocadora estátua do Mensageiro y a la altura del Forte de São João Baptista da Foz do Douro (km 9) , dejaremos el río para seguir el frente marítimo. Llegaremos al río Leça, que debemos de superar pasando por el Ponte de Matosinhos.
En el otro lado ya encontramos flechas e indicaciones varias para seguir el camino.
Tramo Matosinhos a faro de Leca de Palmeira
Pasaremos bajo el Ponte da Arrábida, más adelante por la evocadora estátua do Mensageiro y a la altura del Forte de São João Baptista da Foz do Douro (km 9) , dejaremos el río para seguir el frente marítimo. Llegaremos al río Leça, que debemos de superar pasando por el Ponte de Matosinhos.
En el otro lado ya encontramos flechas e indicaciones varias para seguir el camino. Estamos ya en Leça de Palmeira donde podemos poner un sello de paso en la credencial en la Oficina de Turismo.
Tramo desde el faro Leca de Palmeira a Vila do Conde
Pasado el faro comenzaremos al poco las famosas pasarelas tan características de este camino y que nos van a acompañar algunos días en el tramo portugués. Al poco de pasar el puente sobre el río Onda llegaremos a Labruge, cuyo núcleo queda en el interior y que es final de etapa elegido por muchos que no quieren alargar tanto el recorrido el primer día. Nosotros continuamos por pasarelas y por playas en una zona famosa conocida hasta mediados del siglo XX como la Costa Negra, por ser la más peligrosa del país para la navegación. Lo podemos comprobar por las numerosas placas conmemorativas de tragedias de naufragios. En el bonito pueblo marinero de Vila Chá, con sus casas de colores, podemos hacer una pausa para comer pescado por ejemplo en uno de sus bares. En Mindelo, en las pasarelas (km 35) encontramos una bifurcación a la que no hacemos caso y que nos llevaría a conectar con el camino portugués central. A la altura de Azurara (38,3 km) dejamos el litoral marítimo para dirigirnos hacia el puente sobre el río Ave que nos llevará a Vila do Conde, interesantísima población y que destaca entre otras cosas por el larguísimo acueducto de 999 arcos que llevaba el agua hasta el convento de Santa Clara, que domina la ciudad y que merece una visita. A mediados de junio la ciudad se engalana para las fiestas de São João Baptista, destacando las curiosas "cascatas" que son una especie de pesebres o representaciones en miniatura que encontraremos en los diferentes barrios de la población y que representan el pasaje bíblico del bautismo de Jesucristo así como diferentes edificios de la población .
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