En el prólogo de “Rebelión en la granja”, George Orwell escribía una frase digna de ser cincelada en el mármol: “si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír”.

Cuando la leí por primera vez, pensé que tal frase podría ser un magnífico lema vital; y, siempre consideré siguiendo a Orwell que la misión de todo el que escribe no es halagar a nadie, sino desnudarse y más bien aguijonear al lector, incomodarlo, llegando incluso a molestar por escribir sobre cuestiones espinosas o sobre asuntos controvertidos. Hoy ya sé que esto es una empresa inútil y quimérica; y que, como todas las empresas inútiles y quiméricas, solo engendra a la postre melancolía. Esta melancolía se eleva exponencialmente cuando esa libertad, es manifestada en la redes sociales, pues al descubrir las ideas uno se convierte en blanco de los demás.

domingo, 3 de octubre de 2021

Madre Patria

¿Qué será de su historia centenaria

en la España que queda por hacer,

en la España que lucha por tener

una paz duradera y solidaria?

Comienzo con una pregunta retórica de Manuel Escudero. Es el primer cuarteto de un soneto de su poemario "Sonetos del atardecer", que ya comenté en su día.

En unos días celebraremos, pocos y tímidamente, nuestra Fiesta Nacional. Una tibieza a la que no quiero sumarme. Ahora me explicaré:

Cuando se admite como verdad lo que es falso, cuando la razón no se sustenta en el derecho, la moral y la ética, es cuando se produce el desastre social y, en consecuencia, el desmoronamiento de una sociedad, civilización incluso… ¿Estamos en eso?

Llegado el caso, el problema sobrepasa al individuo. Ya no vale la critica individual por mucho que el dirigente padezca síndromes psicológicos peligrosos, carezca de capacidad, o mienta sin inmutarse, o quizás por eso mismo. lo cual en un verdadero sistema democrático, eso sería imposible.

Sin ser aficionado en exceso a las pastorales, por casualidad, me acabo de tropezar con las palabras que en el año 1982 Juan Pablo II dijo en Santiago de Compostela:

Yo, obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago te lanzo, vieja Europa, un grito de amor: vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa y benéfica tu presencia entre los demás continentes. Tú puedes ser todavía faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo. Los demás continentes te miran …”

¿Qué no le diría hoy el Santo Padre a esta España? Pero hoy el “Grito hacia Roma” va en otra dirección. Aun así recordemos la visión erasmista que Lorca tenía sobre Pio IX que hoy podría valer:

...

Pero el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga,
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía,
ignora que la moneda quema el beso de prodigio
y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.

...

El Salvador (el cordero que dio su sangre) no fue para que el posmoderno idiota estirado de hoy ahonde en la ruina propagandista y en la rotura de España… 

Pero quizás no esté todo perdido. En “el reino de la falsedad”, empiezan a aparecer lo que hace veinte años parecía imposible que publicaran las editoriales. Tras “Imperofobia” de Roca Barea o "Sobre la Leyenda Negra" de Ivan Vélez, y otras similares, aparece ahora “Madre Patria” desmontando desde Bartolomé de las Casas hasta el separatismo catalán, del profesor argentino Marcelo Gullo Omodeo. (Por cierto, el profesor Gullo que está casado con una granadina, pasa muchos días al año en Granada y, que yo sepa, ninguna institución ni granadina ni andaluza se ha enterado).


María Elvira Roca
Barea, malagueña, autora de “Imperofobia”, se sorprende de que el profesor argentino viva la profunda crisis que España atraviesa con tanta implicación y más sentido de la responsabilidad que muchos españoles. Sobre Roca Barea me pregunto: ¿valoran las instituciones andaluzas en lo que realmente vale a esta mujer? Considero su libro de imprescindible lectura para entender lo que el profesor define como la obra más genial del marketing político británico, hasta el punto, de que los españoles han aceptado la historia interesada y falseada de España e Hispanoamérica que escribieron sus enemigos tradicionales.

Oportuno me parece apuntar aquí la diferencia entre un imperio generador como es el español, y los imperios depredadores como fueron el nazismo alemán, que sembró Polonia de campos de exterminio, el inglés o el francés, que todos sabemos que, por ejemplo, para estudiar bien a Grecia o Egipto, hemos de ir a Londres o al Louvre, que es donde reposan los restos de estas culturas. Los españoles no se llevaron nada de América, sino al contrario, la dejaron plagada de universidades, ya que la idea que movía, era que aquellos territorios eran España, no de España: Lima o Santiago de Chile, eran tan españolas como Sevilla o Madrid.


Justo es recordar a Gustavo Bueno que explicó las tres diferencias básicas entre un imperio generador y un imperio depredador:

  1. El imperio generador comparte con los territorios ocupados su tecnología. La principal tecnología española es la lengua, y no todas las lenguas son iguales, no todas tienen el mismo valor (el gallego, el eusquera, el catalán, no son lo mismo que el español, aunque esto no esté bien visto que se diga hoy, y muchos, aunque lo piensen, no se atrevan a decirlo). Los imperios depredadores utilizan su tecnología para exterminar a los pueblos ocupados ( Ya hemos hablado del nazismo en Polonia, pero podemos añadir la construcción de reservas en EEUU con el fin de aniquilar a los indígenas).

  2. Los imperios depredadores no se mezclan con los habitantes de los territorios ocupados; el puritanismo anglosajón y protestante impidió la mezcla racial. Con el imperio Español ocurrió lo contrario, y hoy Hispanoamericana es totalmente mestiza.

  3. Los imperios generadores fundan ciudades homólogas a las de procedencia, instalándose generalmente en el interior, no en las costas, como lo hacen los imperios depredadores, como hicieron los ingleses y los portugueses, que utilizaron esos puertos como puntos de succión de los recursos.


Volvemos a “Madre Patria” que es una exposición clara de aquella estrategia que aún hoy colea para destruir España y cuyos éxitos tácticos hasta aquí nos han traído, como dice Gullo, “bajo una caricatura democrática, la inestabilidad territorial como cara y cruz de la misma moneda”.

Necesario sería que nos formulásemos las mismas preguntas que Mariano Blanco se ha hecho al respecto tras leer los libros mencionados:

¿Mataron indios los españoles? Sí, pero no a todos o a casi todos, como hicieron los ingleses.

¿Bautizaron indios los españoles? Sí, a casi todos. Los ingleses para nada, ni siquiera les permitían acercarse a sus iglesias.

¿Enseñaron a leer a los indios? Los españoles sí, incluso acabaron permitiéndoles ir a las universidades creadas, los ingleses ni lo intentaron, no consideraban seres humanos a los indios.


¿Les enseñaron oficios a los indios? Los españoles sí. muchos y variados oficios, los ingleses solo los querían como rastreadores.

¿Se mestizaron con los indios? Los españoles sí, a menudo, pero los ingleses para nada, lo consideraban una aberración.

Y concluye Mariano con cierta retranca cervantina: pero los malos fueron los españoles, no los ingleses, claro, por eso la Leyenda Negra solo es contra España.

Concluiré con la comparación, leída a Cencho Arias(1), que hace Marcelo Gullo, de Cortés con Jefferson. El estadounidense tuvo varios hijos con una esclava negra a los que no reconoció ni liberó. Y es ensalzado, venerado, -se puede comprobar visitando su casa en Monticello-, por su papel en la independencia y sus escritos igualitarios. Dos siglos y medio antes, Hernán Cortés tuvo un hijo con la india Malinche; lo reconoció, lo formó, fue nombrado Caballero de la Orden de Santiago, y luchó con él en varias batallas por Europa, como su hijo, un español con todos los derechos y obligaciones.

(1) Arias, Inocencio. (2021). Esta España nuestra. (Plaza Janés)

4 comentarios:

  1. Pepe, es la hora de la verdad. 16 caballos y 300 hombres no conquistaron ni destruyeron el Imperio Azteca si no hubiesen tenido la ayuda de miles y miles de indígenas que vieron el momento de sacudirse el yugo de aquella civilización que sacrificaba a sus dioses a aquellos prisioneros que hacían si no pagaban impuestos, o que simplemente se llevaban a sus jóvenes mujeres y eran sacrificadas en el templo de la capital azteca, Tenochtitlan. Era un régimen de terror y barbarie, y los pueblos por donde pasaba Cortés, vieron al Libertador y no al "conquistador". Los Tlahuicas, Colhuas, Tepanecas, Cholcas, Xochimilcas y especialmente, los Tlaxcaltecas, se unieron a Cortés para derrotar a los que les oprimían, asesinaban y robaban a sus hijas. Sin esta ayuda, nunca hubiese caído el Imperio Azteca. Lo mismo pasaría con los Mayas o los Incas. Los pueblos oprimidos se unieron a los españoles para derrotar a sus opresores. Estaban cansados de sacrificios humanos y de que los sacerdotes se comiesen los corazones de sus hijos sacrificados a los dioses. Ya no querían ver más cabezas colgadas y expuestas en los muros de los templos de aquel Impero (Azteca) de barbarie y opresión.
    Hoy se están desmantelando las mentiras que los enemigos de España, tanto de fuera como de dentro, han esparcido a los cuatro vientos. ¿Qué ha pasado para tantos españoles se hayan creído tanta patraña sobre nuestra historia?
    Todos los Imperios, comenzando por los Sumerios, Siria, Babilonia, Roma, El Papado, El Sacro Imperio Romano Germánico, Inglaterra, Francia, EE.UU, etc., han cometido monstruosidades... va llegando la hora en que todos miren al pasado envolviéndose en el contexto histórico de aquel momento, o acepten todos las barbaries y dejen de echar las culpas a los demás de aquello que ellos también hicieron... pero con creces y dejando un legado miserable. España ha dejado un gran legado cultural por donde ha pasado y eso, es algo indiscutible.
    Por hoy vale... no quiero aburrirte. Gracias por tus aportaciones. Sube este artículo al foro el día 12, es una buena ocasión.

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  2. Así es Mariano: 558 hombres exactamente y 16 caballos a los que se les conocía por su nombre... Me autocito con otra entrada ya antigua.
    https://lacocinaquenosgusta.blogspot.com/2020/09/historia-verdadera-de-la-conquista-de.html#comment-form

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  3. Lo acabo de leer, y no hay duda: "nosotros" los franceses no estábamos muy acertados, cuando hablábamos de "nuestra" historia de España.

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    1. Amigo Belmont, tu 100% de francés se enriquece con tu 100% de español y viceversa. cualquier día te fichan en el Elíseo

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