En el prólogo de “Rebelión en la granja”, George Orwell escribía una frase digna de ser cincelada en el mármol: “si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír”.

Cuando la leí por primera vez, pensé que tal frase podría ser un magnífico lema vital; y, siempre consideré siguiendo a Orwell que la misión de todo el que escribe no es halagar a nadie, sino desnudarse y más bien aguijonear al lector, incomodarlo, llegando incluso a molestar por escribir sobre cuestiones espinosas o sobre asuntos controvertidos. Hoy ya sé que esto es una empresa inútil y quimérica; y que, como todas las empresas inútiles y quiméricas, solo engendra a la postre melancolía. Esta melancolía se eleva exponencialmente cuando esa libertad, es manifestada en la redes sociales, pues al descubrir las ideas uno se convierte en blanco de los demás.

jueves, 17 de abril de 2025

El Quijote como forma de vida y de gobierno


Siempre es o
portuno comentar a Cervantes y a su ingenioso hidalgo. Los célebres consejos de Don Quijote a Sancho Panza en cuanto al buen gobierno de la ínsula Barataria se encuentran en los capítulos XLII y XLIII del  El Ingenioso Cavallero Don Quixote de la Mancha, publicado en Madrid en 1615. En estos dos capítulos se recoge un discurso con unas ideas morales, reflexivas, filosóficas, con humor,  que son ciencia de la vida y  pensamiento crítico.

Este fragmento se enmarca en la tercera salida de Don Quijote. Los Duques, unos aristócratas ociosos que solo piensan en divertirse, que han leído la primera parte, publicada en 1605, han creado un entramado de falsa vida caballeresca, una farsa o burla para nuestros héroes. El Duque chantajea a Sancho con la promesa del gobierno de la ínsula. Por esta razón, Don Quijote aconseja a su escudero, actuando como maestro y guía de Sancho, a quién pretende orientar en el difícil camino de la vida como “mar proceloso” y de la política “golfo profundo de confusiones”.Entre las ideas y valores más importantes que se pueden extraer del “libro infinito de la ficción y la vida” como lo llamó Francisco Rico, podemos encontrar:

  • La libertad, La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida. (II, 58). Libertad apyada de dos pilares, la visión aristotélica y el principio católico en contraposición al protestantismo que negando la libertad humana sólo tiene en cuenta la fe y no las obras (sola fides), pues como resumió Lutero “la razón es la grandísima puta del diablo“.

  • La justicia, “Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea por el peso de la dádiva, sino por el de la misericordia.” (II, 42). Menudo ejemplo.

  • La dignidad de cualquier ser humano, “… no es más que otro si no hace más que otro” (I, 18).

  • La ética del esfuerzo, no del resultado, “Bien pueden los encantadores quitarme la aventura, pero el esfuerzo y el ánimo será imposible (II, 17).

  • La esperanza. “Aún hay sol en las bardas” (II, 3), que es como decir que no todo está perdido, a lo que debemos sumar esa máxima aurisecular que tanto gustaba a Javier Marías: “Por mí que no quede”.

  • La búsqueda de la identidad. La lucha entre el ser y el querer ser, así como el cómo te ven los demás. “Conócete a ti mismo” que es el conocimiento más difícil que puede imaginarse. El consejo que le da a Sancho es saber previamente cómo somos para responder a la vida controlando nuestra naturaleza humana. Es necesaria la modestia, evitar la soberbia, sin caer en una modestia excesiva, como bien explicaría después Unamuno. Don Quijote le dice a Sancho que tenga en cuenta sus capacidades y oportunidades, que cada cosa tiene su momento. “Conocete a ti mismo”, apareció en el pronao (pórtico) del Templo de Apolo en Delfos y cuyo lema Sócrates hizo suyo. Conocerse es el primer paso para saber en qué te puedes equivocar.

  • La humildad. “Préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio”. La tercera recomendación es la humildad. No importa la procedencia de uno, ni su linaje. Don Quijote le dice a Sancho que se anticipe a la censura de los demás, señalando primero sus errores y defectos. Le habla de tener un alto contenido ético y moral en dónde la virtud le pondrá por encima de su propia humildad.

  • Importan más los hechos que la sangre. “La sangre se hereda y la virtud se aquista”. Cervantes critica a la aristocracia orgullosa y ociosa, a la nobleza que vive de la sangre. Le dice a Sancho que no hay que tener envidias sino sólo “hacer hechos virtuosos”. Es más valiosa la virtud y el esfuerzo personal que lo que se hereda y se recibe de los antepasados. Esta regla recuerda la noción de Virtud en Aristóteles.

  • El respeto a la familia. Esta recomendación hace referencia al respeto a la familia. No hay que desechar ni afrentarla sino corresponderla. Es preciso acoger con orgullo a los parientes cuando vengan a verte”. Don Quijote viene a decir que los seres humanos que se avergüenzan de sus padres se niegan a sí mismos.

  • No guiarse por la arbitrariedad, o la “Ley del Encaje”. Es el juicio que discrecionalmente se forma el juez sin atender a lo que la ley dispone. Sancho no tiene que ser arbitrario ni excesivamente riguroso sino abierto y disciplinado. Que no se deje atrapar por la ambición de las riquezas ni por la tristeza de los pobres. Don Quijote le anima a que encuentre la verdad en el punto medio entre las pasiones, con inteligencia e intuición para no equivocarse.

  • Equidad. “No es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo”. Don Quijote sabe que es muy difícil actuar equilibradamente para no castigar al inocente y eximir al culpable. Le aconseja que actúe con equidad, norma básica para la actuación social y profesional.

  • Misericordia. Don Quijote hace referencia al valor de la Misericordia. Se trata de ser capaz de amar la condición miserable del otro, como si fuera nuestro hermano: “… si doblares la vara de la justicia que no sea por dádiva sino por la misericordia.

  • La esencia sobre la apariencia. Don Quijote le pone el ejemplo de la mujer hermosa que llora. Debe oírse la esencia de lo que le pide, sin considerar la apariencia externa de las personas y de las cosas. También se manifiesta este dualismo cuando el Duque le comenta a Sancho “esta tarde os acomodarán del traje conveniente que habéis de llevar”, a lo que el escudero responde que tiene clarísimo que será siempre él mismo, que de cualquier manera que vaya vestido seré Sancho Panza. A pesar de la aparatosidad que tiene todo cargo oficial con el fin de justificarse, prevalece siempre en los protagonistas la esencia sobre la apariencia, el Ser sobre el Tener y el Parecer.

  • Al castigar con obras no tratar mal con palabras. Don Quijote le recomienda que al castigado le baste la pena y no las malas razones. Como diría concepción Arenal: “… odia el delito, compadece al delincuente”.

  • La idea antropológica de la vida. Cervantes, en todas sus obras, pone al hombre como centro de la vida, y lo hace en una época que todo estaba regido por Dios, como podemos ver en Calderón, que nos dice eso de “no hay más fortuna que Dios”; o por otras fuerzas de la naturaleza, como en Shakespeare, que todas sus obras están llenas de mitos, brujas, fantasmas o magos. Cervantes nos repite constantemente la idea del hombre como único responsable de su propia vida, así como el único capaz de resolver sus problemas. Frases que refuerza esta idea las encontramos a lo largo del Quijote: “Cada uno es hijo de sus obras” (I, 47); “Cada uno es artífice de su ventura.(II, 66)

  • Con Cervantes comienza la crítica de los absolutos, y, como dice Francisco Rico, “… comienza con una sonrisa, no de placer, sino de sabiduría”. Américo Castro, comentando la aventura del baciyelmo, nos dice que en ella se hace una crítica a la filosofía del Renacimiento, a los sentidos, “… el engaño de los ojos. No hay lugar para lo absoluto, las perspectivas se abren y disienten”. La distancia entre el ser y el parecer.

    Y no hay que olvidar los consejos que adornan el cuerpo. En el capítulo XLIII, se detallan otros consejos que da Don Quijote a Sancho. Se hace referencia a la importancia de la limpieza y orden corporal que tienen una marcada relevancia pues “… todos los seres humanos deberán saberlo”.

El vestido también puede revelar aspectos profundos de la personalidad. Le aconseja llevar lo necesario sin lujos.

En cuanto al saber estar, le comenta que hable con reposo, que ande despacio, que no parezca que se escucha a sí mismo. El hombre debe expresarse con exactitud, ni con pocas palabras ni con demasiadas que lleve a la confusión o a equívocos a su público.

En cuanto al comer y beber, debe tener la costumbre de comer poco, ser templado en el beber y no eructar delante de nadie. Le pide moderación en todo, que es el rasgo de quién es equilibrado y justo. La alimentación cobra mucha importancia porque “… la salud de todo el cuerpo se fragua en el estómago”. Le habla de una correcta alimentación, controlando la bebida pues el borracho “… ni guarda secretos ni cumple palabra”.

Otro aspecto importante es el del comportamiento en la mesa. Sancho debe evitar aquellos actos desagradables para el prójimo, que animalizan al hombre por desconocer las normas sociales.

En cuanto a los refranes, Don Quijote le dice a Sancho que usa y abusa mucho de ellos, en muchos casos sin sentido ni contexto. No has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles”.

Sobre el sueño de dice que debe ser moderado y suficiente para vivir mejor y para vivir más”.

El último consejo que Don Quijote da a Sancho es nunca, por alto que llegue, se crea mejor que los demás, “… jamás te pongas a disputar de linajesporque del que abatieres serás aborrecido”.

Don Quijote termina el capítulo diciendo a Sancho que si sigue estas reglas su fama será eterna, vivirá en paz y su felicidad indecible”.

Reflexión. Cervantes pone por escrito estos consejos en donde se resumen todos los conocimientos que adquirió en su vida como consecuencia de una infancia convulsa, su etapa en Italia como soldado, el largo cautiverio en Argel y de sus negocios y problemas en España. Se observa la prudencia política del autor en todos los consejos públicos y privados que ofrece Don Quijote a Sancho. Aún hoy son válidos para todos los gobernantes que los leyeran y quisieran aplicarlos en su actividad política.

El autor advierte de todos los vicios de los gobernantes (corrupción, arbitrariedad, lujuria, prepotencia, soberbia) y toma nota de sus privilegios y prerrogativas a costa del contribuyente. Son dos capítulos de sabiduría social, que representan la esencia de la cultura occidental que concibe a la persona con derechos y deberes como eje fundamental de la sociedad.

Cervantes describe la naturaleza humana con sencillez comprensión y justicia, una forma especial de ver el mundo, prometiendo la felicidad del gobernante que así proceda. Conoce las debilidades y grandezas del alma humana y esto le conduce a la comprensión de los hombres y a la bondad a la hora de juzgarlos.

En las ideas glosadas, Cervantes interpreta con profundidad todo lo humano, el impulso ideal y el sentido común. Estas dimensiones se reparten en el corazón de todas las personas. El mérito de Cervantes consiste en decir todo lo que quiere a través de un supuesto hidalgo loco y de un analfabeto de pueblo, lleno de sensatez y sabiduría popular.

Conclusión. Es evidente que Cervantes quiere lamentarse y criticar con mucha ironía y cierto humor una sociedad sin guías, sin referencias y llena de contradicciones; un estado que si bien fue el primer estado moderno del mundo, su grandeza no llegaba al pueblo. Empresa a la que aún hoy día le queda mucho por construir.

Lo cierto es que estos consejos para el gobierno de la ínsula Barataria pueden ser aplicados válidamente en situaciones de poder y política. Al ser unos valores humanos inmortales, constituyen la mejor base para fundar una acción política. Cervantes propone un gobierno virtuoso, unas leyes equitativas y una justicia misericordiosa. En definitiva, un ideal de ciudadano y de gobernante honesto, responsable, prudente y comprensivo.

Unas cualidades a las que toda forma de hacer política deberían aspirar. No andaba descaminado Gabriel García Márquez cuando apostilló a Bill Clinton, que la solución de todas sus preocupaciones como gobernante se encierran en las páginas del libro más importante de la literatura universal, que no es otro que el Quijote, y no es casualidad que esté escrito en español.

Aquellos que siguen el ideal pasarán a la historia y tendrán “fama eterna”. Logro, literario, que ya ha conseguido, por propio derecho en el mundo entero y para el resto de la eternidad, el  Ingenioso  Hidalgo  Don Quijote  de la  Mancha.

 

-Avalle-Arce, Juan Bautista; Don Quijote Como Forma De Vida, Cvc.

-Cervantes Saavedra, Miguel; Don Quijote De La Mancha. Austral. Notas De Alberto Blecua. 2010.

-Cervantes Saavedra, Miguel; Don Quijote De La Mancha. Edición Instituto Cervante De Francisco Rico. 2016.

-Cervantes Saavedra, Miguel; Don Quijote De La Mancha. Planeta. Notas De Martín De Riquer. 1980.

-Martín Morán, José Manuel, Don Quijote Está Sanchificado; …, Bulletin Hispanique, Xciv.1 (1992), Pp. 75-118.

-Rodríguez, Juan Carlos; El Escritor Que Compró Su Libro. De Guante Blanco. Lavela. Granada. 2003.

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