En el prólogo de “Rebelión en la granja”, George Orwell escribía una frase digna de ser cincelada en el mármol: “si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír”.

Cuando la leí por primera vez, pensé que tal frase podría ser un magnífico lema vital; y, siempre consideré siguiendo a Orwell que la misión de todo el que escribe no es halagar a nadie, sino desnudarse y más bien aguijonear al lector, incomodarlo, llegando incluso a molestar por escribir sobre cuestiones espinosas o sobre asuntos controvertidos. Hoy ya sé que esto es una empresa inútil y quimérica; y que, como todas las empresas inútiles y quiméricas, solo engendra a la postre melancolía. Esta melancolía se eleva exponencialmente cuando esa libertad, es manifestada en la redes sociales, pues al descubrir las ideas uno se convierte en blanco de los demás.

martes, 9 de febrero de 2021

El llanto de la materia


César Vallejo es un poeta excepcional del hispanismo. Solo tiene cinco poemarios. El primero de 1919 es Los heraldos negros, el núcleo de su obra, que, con un simbolismo pagano, surge en el contexto del modernismo, en la línea de Rubén Darío, pero no escribe este poemario para confirmar acríticamente la estética modernista. Existen en “Los heraldos negros” aspectos que van a estar presentes en todas sus obras, pues en su obra no hay una ruptura radical, sino que mantiene un concepto de poesía que, en círculos concéntricos, se va desarrollando en sus siguientes obras.

Seminarista de formación, no es un hombres realmente religioso, es un teísta que postula una realidad trascendente con un formalismo psicológico que no llega a tener un gran desarrollo, aunque en “Los heraldos negros” hay un simbolismo bíblico, religioso que el autor no abandonará nunca. España aparta de mi este cáliz, es una paráfrasis evangélica en la que Cristo se inmola por la humanidad. César Vallejo lo seculariza identificando, muy audazmente, la idea de España que él tiene, con la idea de Cristo: compara la importancia que para el cristiano tiene la muerte de su Dios con a la muerte de España, madre de la hispanidad; la destrucción de España en su trágica guerra .

Trilce, de 1922, es la gran obra de César Vallejo, supone un antes y un después de su poesía, rebasando ya lo que es el modernismo de las vanguardias (hoy día diríamos que las vanguardias son como el parque temático de la literatura: el surrealismo, el creacionismo, el dadaísmo, el ultraísmo, el futurismo…, una parcelación temática de la literatura), que en su época fue una ruptura con el racionalismo anquilosado de la literatura, para establecer un racionalismo literario a una escala muy diferente del tradicional. Vallejo, tiene un papel muy importante en la vanguardia del ultraísmo con Trilce, una combinación de tristeza y dulzura, que son componentes modernistas, expresado con un formalismo vanguardista, y una interpretación personal, autológica, donde el “yo” se sitúa por encima de la norma.

Las vanguardias en general tienen mucho de autologísmo, porque suele haber un fundador que las inicia diferenciándose de lo anterior, y se toma libertades para subvertir la ortografía, la rima, la estrofa, el sentido de las palabras. Trilce transforma completamente la estrofa, los poemas no tienen títulos, la rima no esta al final de verso, sino en una cadencia interna a mitad del mismo; se suprimen los artículos, el uso del estilo nominal, la ortografía (el poeta crea palabras nuevas, o usa preexistentes con ortografía propia, muy característicos en las vanguardias, sobretodo en el creacionismo).

Aunque en Trilce hay un par de poemas ortodoxos, claramente está buscando nuevos formatos, pero no hay nada de hermetismo. Lo que hay en Cesar Vallejo es un racionalismo, dado a una escala diferente del racionalismo preexistente.

Los poemas en prosa que se publican en el año 39, ya póstumamente, contienen poemas redactados de forma heterogénea, en años anteriores. Es una literatura de gran contenido filosófico y moral, menos lúdicos que resto de su obra, y con un gran peso didáctico.

Los poemas humanos, compuestos, igualmente, en épocas muy diferentes son los más heterogéneos, y representan la intervención de la política en su literatura.

Resumimos las etapas de su obras:

  • Los Heraldo negros, es la etapa modernista, nuclear.

  • Trilce, la etapa vanguardista, corporal, cuando la estructura supera al génesis

  • Poesía fermentada por la política, serían los Poemas en prosa, la transición a los Poemas humanos, primero y sobre todo a España aparta de mi este cáliz, que supone el límite de sus poesía. Si bien esta poesía no debemos afirmar que es una poesía comprometida, puede haber algún poema que lo parezca, pero en un grado mucho menor que la fingida España en el corazón de Neruda; o en España, poema en cuatro angustias y una esperanza, de Nicolás Guillén, muy teatral y muy dramático, que incorpora la figura de Lorca momentos antes de ser fusilado. Ambos poemas surgieron tras el Congreso Internacional de Intelectuales antifascista, que una vez pasada la euforia del congreso, y la historia relativiza las cosas quedan un tanto ridículos; o en el caso de Miguel Hernández con Madre EspañaEntonces la izquierda era Española, cosa que recientemente parece no serlo. Una izquierda que en España nació liberal en las Cortes de Cádiz que parece perder el norte, pues la izquierda que es antiespañola, ni es izquierda ni es española.


E
spaña aparta de mi este cáliz, no es como en el caso de Neruda y Guillén un poema artificioso, no es tampoco una temática propagandista, sino el referente de una tragedia de un pueblo que está sufriendo una feroz guerra, y una incertidumbre terrible: el bando que venza, tan violento el uno como el otro, y ambos atroces, impondrá una dictadura, bien de derechas o de izquierdas, destructores los dos de la vida humana. Esa es la gran tragedia.

Al morir César Vallejo, un poeta amigo comentó que “había muerto de privación de España”, frase con un componente místico muy importante, pues expresaba el deseo reiterado de Vallejo de venir a España. En España sentía la genealogía que explicaba su ser, su literatura, su historia, su concepción del lenguaje, como una fuente de energía de la hispanidad. En Francia solía decir a sus amigos poetas que hablar español, en aquella Europa de entre guerras, era gozar de buena salud.

España aparta de mi este cáliz, sitúa a España, no en el corazón como dice Neruda, sino en la tragedia de una generación que se está jugando su presente y su futuro, quedando a merced de dos sistemas despóticos de gobierno, tanto sea marxista o fascista, que no son la solución deseada.

Nos vamos a referir a los dos últimos poemas de España aparta de mi este cáliz. En ellos podemos decir que hay una fertilización de su poesía por la política, por su temática que, como una tragedia, un sacrificio, se cita con la Guerra Civil. Vernon Smith, dijo: “nadie renuncia racionalmente a una idea que haya adquirido irracionalmente”. Es así, resulta muy difícil hacer razonar a alguien que adquiere ideas mediante el dogmatismo o el fundamentalismo. Vallejo escribió una perífrasis aristotélica al decir: “el artista es inevitablemente un ser político”. Los intelectuales han querido, muchas veces, ponerse a la cabeza de esta idea y siempre han fracasado en la política, pero lo mejor de Vallejo no es su poesía política que siempre está por encima de la geografía y la historia, sino la modernista y la vanguardista.

Vallejo, plantea una idea de España y de Perú que solo son comprensibles en el marco de la hispanismo, como el terreno común para hacer comprensible la historia. España aparta de mi este cáliz, rebasa ademas de la geografía y la historia, el contexto de la Guerra Civil. El poemario se puede leer sin tener en cuenta su génesis, la guerra, porque es aplicable a cualquier guerra, a cualquier sacrificio humano colectivo. Las ideas políticas de Vallejo no se disuelven en su literatura, son como grumos que se identifican fácilmente, porque él no es político y sus conocimientos políticos, sus implicaciones, tienen mucho que ver con las corrientes de su tiempo. Se aprecia un confusionismo en la línea de Unamuno, que primero apoyó la guerra y luego la condena; el confusionismo de Vallejo se distingue entre su lenguaje poético, religioso, bíblico, con influencia marxista, manejado todo desde una postura muy personal, que no es ajena al confusionismo determinante en muchos intelectuales. Quiero expresar que Vallejo, como Lorca, como Machado, no se explica desde la política, se explica desde la literatura, y la literatura no se puede reducir a la política. Los literatos, los poetas, con frecuencia, buscan códigos políticos para apoyar su literatura, con la consecuencia de que cuando esas políticas fracasan, la literatura se ve afectada, aunque esta siempre pervive en el tiempo a pesar del fracaso del código político. Lo que destaca en Vallejo son las ideas modernistas y vanguardistas.

XIV

¡Cuídate, España, de tu propia España!

¡Cuídate de la hoz sin el martillo,

cuídate del martillo sin la hoz!

¡Cuídate de la víctima apesar suyo,

del verdugo apesar suyo

y del indiferente apesar suyo!

¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,

negárate tres veces,

y del que te negó, después, tres veces!

¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,

y de las tibias sin las calaveras!

¡Cuídate de los nuevos poderosos!

¡Cuídate del que come tus cadáveres,

del que devora muertos a tus vivos!

¡Cuídate del leal ciento por ciento!

¡Cuídate del cielo más acá del aire

y cuídate del aire más allá del cielo!

¡Cuídate de los que te aman!

¡Cuídate de tus héroes!

¡Cuídate de tus muertos!

¡Cuídate de la República!

¡Cuídate del futuro!.

Este poema debería leerlo la izquierda española, esa izquierda que ha perdido de vista a España. Durante la Guerra de la Independencia, la nobleza española estaba con el enemigo, era una nobleza afrancesada que trató de afrancesar a intelectuales como a Goya o a Larra; fue el pueblo, como los alcaldes Carbonero y Caridad, que teniendo como referente el absolutismo, quien nos libró de esos franceses que vinieron a rapiñar España... Buena parte de Louvre así lo atestigua. Parafraseando a César Vallejo, podríamos decir: “¡Cuidate España de tu propia izquierda!”, ¡cuidate de tus políticos!

En sus versos hay un tono imperativo, persuasivo, adversativo, ¡cuidate de estos que tus enemigos están dentro de ti!, que recuerdan aquella frase enviada al buque Almirante Cervera, en agosto del 36, desde el Cuartel de Simancas en Gijón, asediado por el Frente Popular: “¡Dispara sobre nosotros, el enemigo está dentro!” Es el destruirse a sí mismo. La izquierda ahora mismo parece querer destruir España, y, cabe una pregunta, ¿qué colectivo sin incurrir en un fascismo puede salvar esto?

Es un poema con una advertencia al futuro; se debería leer en la escuelas, en todas, en español. En un estado que se precie no puede prevalecer la división interna; decía Spinoza en su Tratado teológico político: “Es malo lo que introduce la discordia en el Estado”.

Cuando dice el poema, “¡Cuídate de la hoz sin el martillo, cuídate del martillo sin la hoz!”, está apelando a la división de la izquierda en la Guerra Civil, conflicto que no ha superado nunca, porque el socialismo y el comunismo nada tienen que ver, ni antes, ni ahora (ya lo apunta Gustavo Bueno en el Mito de la izquierda); y el marxismo es una ideología históricamente fracasada.

¡Cuídate de la víctima apesar suyo, del verdugo apesar suyo y del indiferente apesar suyo!” Aquí se aprecia una clara pérdida de confianza hacia todo ser humano, hacia todo el eje circular del espacio antropológico. No se puede confiar en nadie, ni siquiera en la victima…

¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo, negárate tres veces...” Se refiere a la traición que claramente está presente.

¡Cuídate de las calaveras sin las tibias…!” Cuidate incluso de lo que está más allá de la muerte

¡Cuídate de los nuevos poderosos...!”. De los que tienen el poder, y al decir “nuevos” se está refiriéndose a su misma izquierda.

¡Cuídate del que come tus cadáveres, del que devora muertos a tus vivos!”. Versos escritos en torno a 1937 por un peruano, que tienen hoy en España una gran actualidad, cuando se juega a desenterrar a los muertos de la Guerra Civil, y no solo metafóricamente, sino literalmente. Cuidate del que devora muertos a tus vivos, cuidate del nacionalismo; cuidate España de tu propia España, cuidate de tantas Españas…

¡Cuídate del leal ciento por ciento!”. De las aguas mansas, fiate de la Virgen, se suele decir…

¡Cuídate del cielo más acá del aire y cuídate del aire más allá del cielo! Aparece el eje angular, la religión. Nos dice que no se puede confiar en ninguna religión, ni en los creyentes, ni en los ateos. No hay nada a qué agarrarse, es una destrucción sistemática de todo.

Y el clamor final es clave: “¡Cuídate de los que te aman!”. Ten cuidado que puede haber amores traicioneros, falsos. Ni del amor te puedes fiar. “¡Cuídate de tus héroes!”, que han construido los estados y naciones. El heroísmo es dudoso, porque qué heroísmo cabe en una guerra entre hermanos, donde unos matan a los otros. Y sí, tanto en un bando como en otro murieron muchos heroicamente por defender sus ideas, pero ¡que pena morir así!, ¡qué pena seguir explotando las miserias de todo eso!

¡Cuídate de tus muertos!¡Cuídate de la República! De la memoria, del propio estado. Está claro que el autor ha perdido toda esperanza. Y “¡Cuídate del futuro!; un futuro que él no vio, una incertidumbre que nunca llegó a despejar. ¿Cuando nos liberaremos de fascismos y marxismos?

XV

España, aparta de mí este cáliz

Niños del mundo,

si cae España —digo, es un decir—

si cae

del cielo abajo su antebrazo que asen,

en cabestro, dos láminas terrestres;

niños, ¡qué edad la de las sienes cóncavas!

¡qué temprano en el sol lo que os decía!

¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!

¡qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!

¡Niños del mundo, está

la madre España con su vientre a cuestas;

está nuestra maestra con sus férulas,

está madre y maestra,

cruz y madera, porque os dio la altura,

vértigo y división y suma, niños;

está con ella, padres procesales!

Si cae —digo, es un decir— si cae

España, de la tierra para abajo,

niños, ¡cómo vais a cesar de crecer!

¡cómo va a castigar el año al mes!

¡cómo van a quedarse en diez los dientes,

en palote el diptongo, la medalla en llanto!

¡Cómo va el corderillo a continuar

atado por la pata al gran tintero!

¡Cómo vais a bajar las gradas del alfabeto

hasta la letra en que nació la pena!

Niños,

hijos de los guerreros, entretanto,

bajad la voz, que España está ahora mismo repartiendo

la energía entre el reino animal.

las florecillas, los cometas y los hombres.

¡Bajad la voz, que está

con su rigor, que es grande, sin saber

qué hacer, y está en su mano

la calavera hablando y habla y habla,

la calavera, aquella de la trenza,

la calavera, aquella de la vida!

¡Bajad la voz, os digo;

bajad la voz, el canto de las sílabas, el llanto

de la materia y el rumor menor de las pirámides, y aun

el de las sienes que andan con dos piedras!

¡Bajad el aliento, y si

el antebrazo baja,

si las férulas suenan, si es la noche,

si el cielo cabe en dos limbos terrestres,

si hay ruido en el sonido de las puertas,

si tardo,

si no veis a nadie, si os asustan

los lápices sin punta; si la madre

España cae —digo, es un decir—

salid, niños del mundo; id a buscarla!

Poema encarnado en la imagen del niño, de la infancia, donde de nuevo está la incertidumbre por el futuro, pero en tono imperativo, les conmina a superar todas estas guerras fratricidas, les dice que tienen la obligación de superarlas. Más que a España se está dirigiendo a toda la hispanidad, porque si pasa algo en España le pasa a la hispanidad. Y esto, a pesar de que en hispanoamérica haya personas que odien a España; en España también las hay, intelectuales incluso, como es el caso de Goytisolo, que reiteradamente ha despreciado a España, y al que España concedió el Premio Cervantes, y, en “coherencia” consigo mismo, no lo rechazó: Un autor que escribió gran parte de su obra en español, e interpretó desde su particular punto de vista la historia de España, siempre desde el desprecio, cuando debía haberse movido por las ideas, se dejó llevar por la vanidad, que es tan valiosa como el dinero.

Si España cae, si es destruida por cualquiera de las fuerzas en conflicto, habrá que reconstruirla y eso solo lo pueden hacer los niños, las criaturas inocentes que siendo victimas podrán sobreponerse a la situación, por encima de esas dos o esas diecisiete Españas, que han de helarnos el corazón. El poema es también un canto de esperanza con miras al futuro, porque en esos años ya no había esperanza. Por eso se dirige a los niños. Niños que, mejor o peor, resolvieron la situación en la transición, pero ahora, se hace evidente que ni la infancia se acaba, ni llega la madurez. Decía Napoleón que para educar a un niño había que empezar veinte años antes de que el niño naciera, es decir, educando a sus padres. Esa es, no cabe duda, la solución al problema pedagógico.

Vayamos al poema:

Niños del mundo, si cae España...” Hay un contenido de una poesía oracular, que imperativamente descarta a los adultos. La profecía descarta la ideología, la caída de España es la destrucción del estado, de la sociedad española, y es también la orfandad de las naciones que han sido posible gracias a España; no cabe mayor hispanismo en estos versos. El autor sabe que España no puede ser destruida, y ni lo pudo la Guerra Civil, ni podrán los nacionalismos posmodernos. España siempre existirá en tanto que haya personas que hablen español.

...del cielo abajo su antebrazo que asen, en cabestro, dos láminas terrestres...”. No hay invocación metafísica alguna (la religión en la obra de Vallejo solo tiene una cobertura formal), sigue en el espacio antropológico, en el eje circular o humano, donde la esperanza está en los niños, los adultos del futuro que traerán una España diferente.

...niños, ¡qué edad la de las sienes cóncavas! ¡qué temprano en el sol lo que os decía! ¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano! ¡qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!” Todo lo que os han enseñado no sirve para nada, hay que empezar de nuevo.

...está nuestra maestra con sus férulas, está madre y maestra, cruz y madera, porque os dio la altura, vértigo y división y suma, niños; está con ella, padres procesales!Con esa rima interna que se inaugura en Trilce; con sus férulas, esa tiranía, ese instrumento de castigo; madre y maestra, lo bueno y lo malo que tenemos procede de España. Y de nuevo invoca a los niños diciendo que serán ellos padres procesales, los que tendrán que reconstruir lo destruido. El eje angular, la religión, no da ninguna solución, situándose el autor, a pesar de su educación en el seminario, en un racionalismo antropológico; y el eje radial de la naturaleza lo contempla todo en su obra con una marcada indiferencia.

Niños, hijos de los guerreros, entretanto, bajad la voz, que España está ahora mismo repartiendo la energía entre el reino animal.” Es el triunfo de la bestia, del animalísmo. Y la anáfora de la calavera, para señalar que está viviendo con la muerte, que no es decorativa como en el modernismo, es una decoración macabra -como el poema Goya de Alberti -, un esperpento goyesco, la etapa fúnebre de la destrucción, que hay que superar.

Hay un verso encabalgado, que para un materialista como es Vallejo es clave; pide silencio, pero no en los términos de Bernarda Alba, “silencio, silencio”. Aquí, implorando ser escuchado, dice “¡Bajad la voz, os digo; bajad la voz, el canto de las sílabas, el llanto de la materia...”, el llanto de la materia. Esta metáfora (la materia no puede llorar), pero se dramatiza, porque es el llanto del hispanismo, la materia es España, la matriz de la que procedemos todos. “El llanto de la materia”, que resume, resuelve, interpreta y explica toda la esencia de la poesía de César Vallejo.

No es casualidad que el último poemario, y el último poema de ese poemario en la obra de César Vallejo, el poeta peruano mejor de todos los tiempos, esté dedicado a España, a la madre nodriza que hizo posible a Vallejo como poeta: el español.

El autor no es un poeta comprometido, su poesía no es política. Si hay algún compromiso en César Vallejo es con España, pero no con el marxismo. España no cabe en el marxismo, si cupiera entonces vendría Pemán y diría que cabe en el fascismo, pero España está por encima de las categoría políticas. Ahora superaremos lo de la nación de naciones. El llanto de la materia.

...el llanto de la materia y el rumor menor de las pirámides, y aun el de las sienes que andan con dos piedras!”. Una imagen creacionista y surrealista, las sienes que andan con dos piedras que remite a un primitivismo, a una mente que no piensa, que va por el suelo.

¡Bajad el aliento, y si el antebrazo baja, si las férulas suenan...”, si los instrumentos de castigo nos golpean, si nuestra civilización está sometida a este enfrentamiento terrible.

...si es la noche, si el cielo cabe en dos limbos terrestres, si hay ruido en el sonido de las puertas, si tardo...”, si muero, en definitiva.

...si no veis a nadie, si os asustan los lápices sin punta...” Sin educación.

...si la madre España cae —digo, es un decir— salid, niños del mundo; id a buscarla! Si cae España, tenéis que actuar y reconstruirla. Esa es vuestra tarea: cuidar el hispanismo que nos une, porque vosotros peruanos y nosotros españoles, somos lo mismo.

El enfoque tratado aquí está hecho desde el materialismo filosófico de Gustavo Bueno, en el que planteamos una unión mucho más solidaria entre España y Hispanoamérica, inconcebible la una sin la otra. No hablamos de latinoamérica que es un invento negro legendario del mundo francés y británico; cualquier pretensión de destruir esta relación no responde más que a intereses tradicionales de otros pueblos de Europa.


Ref: Basado en la Crítica de la Razón Literaria del Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno; Mooc uvigo.

2 comentarios:

  1. ...buenos días, Pepe. Con la fresca, con el espabilamiento que presupone, leo, mejor diría "me sumerjo" en la profundidad poético/política de tu denso escrito.Una referencia concreta de Vallejo me lleva a Hoz de Jaca, curso 1983-84, una niña de 8º de aquella E.G.B. copiando el poema HECES, con su comentario posterior incluso delante de los que entonces tenían 6, 8 años...He aprendido muchas cosas, he matizado otras, he añadido elementos a mis parvos conocimientos...en fin, que casi podría despedir hoy el día y darlo por suficiente...Gracias...y sigo el comentario en nuestro directo...

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  2. Fijate, Antonio, que ese poema de título tan desacertado, que a primera vista es de una tremenda tristeza interior, al concluirlo siento, excepto en el título, como un regodeo del poeta ante una ruptura consciente, y que solo quiere fustigarse ante la vista de su descuidado amor, mi bloque de hielo sobre su amapola, más fuerte que su "No seas así!"… Las vanguardias quieren cambiarlo todo, y en este poema lo que creo que aflora es un sentimiento fingido, como si el poeta expresara lo que la situación, normativa y socialmente, requería, pero muy distante de su sentimiento que sería aquí lo vanguardista.

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