En el prólogo de “Rebelión en la granja”, George Orwell escribía una frase digna de ser cincelada en el mármol: “si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír”.

Cuando la leí por primera vez, pensé que tal frase podría ser un magnífico lema vital; y, siempre consideré siguiendo a Orwell que la misión de todo el que escribe no es halagar a nadie, sino desnudarse y más bien aguijonear al lector, incomodarlo, llegando incluso a molestar por escribir sobre cuestiones espinosas o sobre asuntos controvertidos. Hoy ya sé que esto es una empresa inútil y quimérica; y que, como todas las empresas inútiles y quiméricas, solo engendra a la postre melancolía. Esta melancolía se eleva exponencialmente cuando esa libertad, es manifestada en la redes sociales, pues al descubrir las ideas uno se convierte en blanco de los demás.

viernes, 27 de marzo de 2020

El Quijote visto desde el materialismo filosófico



Mooc de la uvigo: "Cervantes y la teoría de la literatura del materialismo filosófico". Presentación del curso por Jesús García.  

 

Originalidad filosófica y literaria de la obra completa de Miguel de Cervantes



Cervantes, filósofo y literato

Desde siempre, la Crítica, la Historia y la Teoría de la Literatura, se han referido a Cervantes como un novelista, un dramaturgo o un poeta, pero no como un filósofo. Los estudios sobre Cervantes se han limitado con frecuencia a los perímetros de las diferentes disciplinas académicas desde las que los cervantistas han intervenido en su obra literaria, cuyo núcleo es el Quijote, y cuyos límites más recientes están constituidos por el teatro, desde hace muy pocas décadas, y por su poesía, desde hace apenas unos años.

Sin embargo, la Filosofía de Cervantes, su sistema de ideas, su pensamiento genuiamente filosófico, no ha sido abordado de forma específica, sino siempre tangencialmente, y siempre para justificar su erasmismo —que aquí discutiremos de forma explícita—, defendido más por filólogos que por filósofos.

Aquí negaremos de forma radical su idealismo, diseñado y alimentado desde el Romanticismo alemán, y europeo, hasta el célebre libro de Américo Castro, de 1925, sobre El pensamiento de Cervantes, auténtico canto del cisne del Idealismo alemán en tierras hispanas. La posmodernidad contemporánea no ha hecho más de intensificar, acríticamente, el falso idealismo de Cervantes, confitado al día de hoy de irenismo acrítico y panfilismo aberrante.

Trataremos de explicar a Cervantes no solo como literato (novelista, dramaturgo y poeta), sino como filósofo, es decir, como artífice de un sistema de pensamiento formalmente objetivado en la totalidad de su obra literaria, material artístico, estético y poético, que tomaremos como referencia. Analizaremos la obra literaria cervantina desde los criterios de una Filosofía no idealista: el Materialismo Filosófico.


Cervantes, más allá de la endogamia de los cervantistas

Cervantes ha sido objeto, desde siempre, de la endogamia de los cervantistas, entre otros grupos académicos e ideológicos que se han ocupado de su obra literaria.

Los diferentes grupos académicos, organizados en obbies, gremios, escuelas, ideologías, tendencias, equipos de investigación, etc., han tratado siempre de dar una imagen de Cervantes que, una y otra vez, ha sido resultado de las creencias dominantes en cada tiempo y lugar.

Cervantes ha sido siempre un comodín, o caja de resonancia, de las más diversas ideologías, banderas, o ideales de lo políticamente correcto, hasta hacer del autor del Quijote un homosexual para los homosexuales,un pacifista para los posmodernos contemporáneos, un cruzado contra el moro para los belicosos, un nacionalista español para los franquistas, un neorromántico para todo tipo de idealismo, un lego o simple que, para mayor gloria de cervantista de turno, escribe una obra literaria genial sólo comprensible por el cervantistas (que sabe más que cervantes), un marxista para los libertadores, etc... Aquí se impugnará todo esto.


Cervantes se expresó y escribió siempre como si él, personalmente, no hubiera existido nunca

Este hecho, expresarse como si uno nunca hubiera existido personalmente, sin dejar apenas testimonios particulares, textos autógrafos, datos biográficos directos o explícitos, etc., ha permitido que muchos de sus intérpretes, los cervantistas sobre todo, se arrogaran el derecho de eclipsar al autor de tan complejas obras literarias, e incluso de reemplazar con sus particulares ideas, las ideas del intérprete, en ocasiones excesiva o patológicamente peregrinas, las ideas fundamentales y esenciales del propio Cervantes.

Que conste: Cervantes es superior e irreductible a sus intérpretes. Cervantes es superior e irreductible a los cervantistas. La obra de Cervantes, y sobre todo su obra el Quijote, condena a la obsolescencia a todas las interpretaciones críticas que se vierten sobre ella.

La literatura es una trampa para quien no sabe razonar. La literatura de Cervantes exige mucho, muchísimo, racionalismo. No entre en ella nadie que no sepa razonar. No pretenda el crítico reemplazar al autor.

Quede claro que la literatura de Cervantes, en particular, es una trampa muy sofisticada para quienes no saben usar la razón de forma crítica.

Adviértase que la locura, en la literatura, es siempre una construcción de diseño muy racionalista.

Cervantes ha tratado de presentarse a sí mismo, muy cínicamente, como un escritor entretenido, inocente y acrítico. Y también sencillo. Pero su obra es muy compleja, crítica en extremo y sofisticadamente astuta.

Su literatura representa el triunfo de una heterodoxia y de una crítica cuya comprensión rebasa la propia época de su autor. Cervantes exige un mundo contemporáneo. En literatura, Cervantes es el resultado de lo que han sido y siguen siendo los cervantistas, es decir, ha sido y es de todo lo que está de moda en cada época, según el sol que más caliente el cerebro de sus lectores y los bolsillos de sus intérpretes.

Pero en Filosofía, por ejemplo, Cervantes es un racionalista y un ateo de formación católica, un precursor del racionalismo de Spinoza. El referente filosófico de Cervantes no es Erasmo de Rotterdam, sino Baruch de Spinoza. Esta es la dimensión más original de la creación literaria y filosófica de Cervantes.


Cervantes y el Materialismo Filosófico

En sus estudios cervantinos, los filólogos e historiadores de la literatura han actuado casi siempre cercados por tres límites muy difíciles para ellos de superar:

  1. El Siglo de Oro.

  2. La Literatura Española.

  3. La endogamia particular del lobby o gremio académico en el que se ha formado, o para el que trabaja, cada investigador (y del que dependen su presente y futuro curriculares: un departamento universitario de izquierdas o de derechas, políticamente hablando, un grupo religioso, como el Opus Dei, una compañía de teatro subvencionada por tal o cual partido político actualmente en el gobierno, un director o directora de tales o cuales Jornadas de Teatro Clásico, etc...)

En este curso situaremos a Cervantes y a su obra literaria más allá del Siglo de Oro, más allá de la Literatura Española y, por supuesto, más allá de cualquier gremio o lobby académico.





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