En el prólogo de “Rebelión en la granja”, George Orwell escribía una frase digna de ser cincelada en el mármol: “si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír”.

Cuando la leí por primera vez, pensé que tal frase podría ser un magnífico lema vital; y, siempre consideré siguiendo a Orwell que la misión de todo el que escribe no es halagar a nadie, sino desnudarse y más bien aguijonear al lector, incomodarlo, llegando incluso a molestar por escribir sobre cuestiones espinosas o sobre asuntos controvertidos. Hoy ya sé que esto es una empresa inútil y quimérica; y que, como todas las empresas inútiles y quiméricas, solo engendra a la postre melancolía. Esta melancolía se eleva exponencialmente cuando esa libertad, es manifestada en la redes sociales, pues al descubrir las ideas uno se convierte en blanco de los demás.

martes, 4 de noviembre de 2014

Pollo con granada

Ingredientes para cuatro personas
2 pechugas de pollo
4 cebolletas
1 guindilla
Medio vaso de vinagre de manzana
3 cucharadas de salsa de soja
2 cucharadas de semillas de sésamo
2 granadas
Aceite de oliva virgen

Preparación
Desgranamos las granada y la reservamos.
En una sartén, con un chorreón de aceite, salteamos las pechugas de pollo cortada en cubos y la cebolla picada en juliana. La cebolla ha de ser abundante para que el pollo salga jugoso. Cuando la cebolla comience a transparentarse añadimos la guindilla bien picada o una cayena y bajamos el fuego para que no se queme la cebolla.
Movemos un poco y añadimos el vinagre y dejamos que se evapore en parte.
Añadimos las semillas de sésamo y la salsa de soja y mezclamos todo bien.
Echamos un cuarto de los granos por encima y apagamos el fuego. El resto de la granada se pone en la mesa y que cada comensal añada los mismos a su gusto.

El truco de esta receta es que ha de salir jugosa, por eso hay que ser generoso con la cebolla, el vinagre y la soja. La granada la podríamos poner toda con el guiso y calentarla, pero he visto que tiene más éxito echándola fresca por encima a gusto de cada uno. Así el contraste con el resto de los ingredientes es más sugerente.
La receta me la ha pasado mi amigo Salvador García Valdearenas.

Presentación
Esto es cosa de cada unos. Se podría poner en un molde, cubierto por los granos de la granada.

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